Filtración del agua: ¿qué sistema de filtración elegir? ¿Carbón activado u ósmos

Filtración del agua: ¿qué sistema de filtración elegir? ¿Carbón activado u ósmos

Life Energy Water

Cuando se trata de sistemas de filtración de agua, el carbón activado es sin duda uno de los métodos más eficaces y seguros.
Veamos qué sustancias pueden reducirse o eliminarse utilizando este tipo de filtración y qué diferencias existen con otros métodos de filtración del mercado.

¿Por qué debemos filtrar el agua del grifo?

Por desgracia, el agua del grifo no es tan cristalina como cabría esperar.
De hecho, recorre varios cientos de kilómetros, pasando por numerosas tuberías públicas y privadas que la llevan desde la fuente directamente a nuestros hogares.
Durante este viaje se contamina: sedimentos, impurezas, bacterias, microplásticos y metales pesados son algunas de las sustancias que pueden entrar en contacto con el agua.
Por último, se esteriliza con cloro, un potente bactericida utilizado para purificarla, que sin embargo provoca un cambio en su sabor (además de asociarse a un mayor riesgo de cáncer de vejiga, ya que su uso provoca la formación de trihalometanos).

¿Pueden ser eficaces los filtros de carbón activo para eliminar estas sustancias? Y si es así, ¿son suficientes para que el agua de nuestros hogares sea mejor y más segura?
Veamos cómo funciona un filtro de carbón activado de calidad y qué puede eliminar.

¿Cómo funciona un filtro de carbón activado de alta calidad?

Partamos de una premisa: no todos los filtros de carbón activado son iguales y no todos pueden filtrar el mismo porcentaje de contaminantes.
Un filtro de carbón activado de alta calidad consiste en un lecho de carbón adherido a una membrana filtrante (película de alta densidad), que actúa como un tamiz cuando el agua pasa a través del filtro.
El agua que entra en el filtro atraviesa la capa de carbón activado y la membrana interior antes de salir y llegar al grifo.
Gracias a la presión ejercida sobre la pared del filtro, se retienen las impurezas, el cloro, los olores y los sabores desagradables.
En el mercado existen filtros con una capacidad de filtración que va desde las 10 micras hasta las 0,1 micras.
Mientras que los primeros aplican una filtración de grasa (típica de las jarras filtrantes), eliminando sólo los sólidos orgánicos e inorgánicos, la arena, los residuos de hierro, el pelo y el polen, los segundos aplican una ultrafiltración, que elimina, además de las sustancias mencionadas, todas las demás sustancias nocivas de naturaleza química, física y orgánica.
La ventaja de esta tecnología es que preserva las sales minerales (calcio y magnesio) y los iones.
Este es el aspecto de un filtro de carbón activado de alta calidad.

Carbón activo u ósmosis inversa: ¿qué es mejor?

En un esfuerzo por obtener «agua pura», algunos 
promocionan destiladores y filtros de «ósmosis inversa».

Este método de filtración es comparable al desherbado: es cierto que elimina los contaminantes, pero también 
todos los minerales valiosos que el agua 
ha ido acumulando a lo largo de miles de años.
El resultado es un agua muerta, con un pH ácido (6,8), 
sin oxígeno y con un ORP positivo que es oxidante 
(por lo que daña nuestras células 
y nos fatiga en lugar de darnos energía).

Esta agua no contribuye al objetivo principal de ayudar 
a nuestro organismo a eliminar la mayor cantidad de residuos ácidos, responsables de la acidosis corporal.

¿Qué elimina un filtro de carbón activado?

La EPA (Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU.) y NSF International (Junta Internacional de Seguridad del Agua) recomiendan la tecnología de filtración con carbón activado para el tratamiento del agua.
En concreto, estos filtros son capaces de eliminar por completo unas 80 sustancias químicas del agua y reducir significativamente otras 50.
Veamos en detalle qué sustancias pueden eliminarse con un filtro de carbón activado de alta calidad.

Cloro y trihalometanos

Se recomienda el uso de un filtro de carbón activado para eliminar el cloro y los 32 contaminantes orgánicos identificados, de los que forman parte los THM.
El acrónimo THM denota trihalometanos, la clase de subproductos formados durante la reacción de un desinfectante, como el cloro, con la materia orgánica presente de forma natural en el agua.
Estos compuestos incluyen el cloroformo, el bromodiclorometano, el dibromoclorometano y el bromoformo, sustancias cancerígenas responsables, según un estudio coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona y publicado en Environmental Health Perspectives, de más de 6500 casos de cáncer de vejiga en Europa al año².

PFAS

En el estado actual de los conocimientos, el tratamiento más eficaz para eliminar las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) del agua es la filtración con carbón activado³.
Investigaciones recientes llevadas a cabo en el Departamento de Medicina de la Universidad de Padua, con la colaboración del Dr. Luca De Toni y el Dr. Andrea Di Nisio, han demostrado de hecho a nivel experimental que el carbón activado vegetal es capaz de eliminar el 50,3% y el 44,6%, respectivamente, de Pfoa y Pfos, las dos principales Pfas presentes en la sangre.
Las sustancias perfluoroalquiladas, o PFAS, son un grupo de sustancias químicas artificiales que han acabado en el ojo del huracán por la contaminación de más de 300.000 personas en la región del Véneto y que se han relacionado con numerosas enfermedades como el Alzheimer, el cáncer de riñón; el cáncer testicular; las enfermedades tiroideas; la hipertensión en el embarazo; la colitis ulcerosa; el aumento del colesterol, la diabetes y muchas más⁴.
Una vez en el cuerpo humano, estos compuestos tienen la capacidad de acumularse y arrastrarse en profundidad durante decenas de años.
Baste decir que se han encontrado incluso en la sangre del cordón umbilical⁵.
El siguiente mapa muestra cómo también se han encontrado valores elevados de PFAS en los acuíferos de numerosas zonas de España.

Productos farmacéuticos y compuestos orgánicos volátiles (COV)

Los filtros de carbón activo de alta calidad pueden eliminar hasta el 99% de los residuos farmacéuticos del agua.
La Organización Mundial de la Salud describe estos compuestos como «sustancias químicas sintéticas y naturales que pueden encontrarse en medicamentos de venta con receta, medicamentos terapéuticos de venta libre y medicamentos veterinarios».
Los residuos farmacéuticos también entran en las fuentes de agua o los pozos a través de los desechos humanos, la eliminación inadecuada de medicamentos (por ejemplo, tirándolos por el fregadero o el inodoro) o las escorrentías agrícolas que contienen estiércol de ganado.
Los residuos farmacéuticos pueden suponer un riesgo para la salud humana, ya que descomponen las defensas inmunitarias y generan bacterias superresistentes.

COV (también conocidos como COV) denotan Compuestos Orgánicos Volátiles.
Los compuestos orgánicos volátiles son una clase que comprende diferentes compuestos químicos, caracterizados por su fácil vaporización a temperatura ambiente y capaces de reaccionar en la troposfera para formar compuestos contaminantes.
Incluyen hidrocarburos aromáticos (benceno, tolueno), derivados halogenados (por ejemplo, diclorometano), aldehídos (por ejemplo, formaldehído), cetonas (por ejemplo, acetona), alcoholes (por ejemplo, etanol, butanol), ésteres (por ejemplo, acetato de etilo) y otros compuestos (por ejemplo, ácido acético, acrilamida, nicotina, acetonitrilo).
Los COV pueden causar una amplia gama de efectos que van desde molestias sensoriales hasta graves alteraciones de la salud.
En efecto, en concentraciones elevadas pueden provocar efectos en numerosos órganos o aparatos, en particular en el sistema nervioso central.
Algunos de ellos son cancerígenos humanos reconocidos (benceno, tetracloruro de carbono, formaldehído, cloroformo, tricloroetileno, tetracloroetileno).
Un filtro de carbón activo de alta calidad puede reducir estos compuestos entre un 90% y un 95% por término medio.

Pesticidas y herbicidas

Los filtros de carbón activado son capaces de eliminar por completo hasta 14 de los pesticidas que pueden encontrarse en el agua.
Entre estos pesticidas se encuentran la clordecona (CLD), el clordano, el heptacloro y el lindano.
El Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Medioambiental define los plaguicidas como cualquier sustancia que se utiliza para matar, repeler o controlar ciertos tipos de plantas o animales que se consideran plagas.
Los pesticidas incluyen herbicidas y fungicidas que pueden llegar fácilmente a las aguas subterráneas y contaminarlas.
Los efectos negativos causados por los pesticidas pueden persistir durante meses o incluso años, por lo que es muy importante asegurarse de que se eliminan utilizando un filtro de carbón activo.
La siguiente tabla muestra el nivel de contaminación de las aguas españolas en 2023.

Metales pesados

Entre los componentes inorgánicos que pueden estar presentes en el agua, algunos son tóxicos: se trata de los comúnmente conocidos como «metales pesados» (cadmio, cromo, plomo, arsénico, mercurio, níquel, etc.).
Entre los distintos contaminantes, los metales pesados son los compuestos más nocivos, ya que se unen a las estructuras celulares en las que se depositan, obstaculizando el desempeño de determinadas funciones vitales.
Además, la eliminación natural de estos metales se produce sólo en una pequeña parte, a través de la salivación, la transpiración o la lactancia.
El resto se acumula en los organismos, donde se almacenan más rápidamente de lo que se excretan.
Si no se eliminan, los metales se concentran, dañando determinadas partes del cuerpo en particular (como el cerebro, el hígado, los riñones y los huesos) y a menudo son un factor agravante o determinante en el desarrollo de numerosas enfermedades crónicas o degenerativas.
Los niños son los más expuestos al plomo, el mercurio y otros agentes tóxicos, ya que comen, beben y respiran entre tres y cuatro veces más que los adultos, en función de su peso.
Los filtros de carbón activado con ultrafiltración son una solución eficaz que puede reducir en un 90% la posible presencia de estos metales en el agua.

LifeEnergy Water: doble filtración de carbón activado para máxima seguridad

El ionizador de agua LifeEnergy es uno de los pocos aparatos del mercado equipados con dos filtros de carbón activo de la máxima calidad.
La capacidad de filtración del ionizador ha sido certificada mediante análisis realizados por un laboratorio internacional independiente, que ha demostrado la eliminación casi total de al menos 53 posibles contaminantes, entre ellos:

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